Los cargadores de vehículos eléctricos de CC, también conocidos como cargadores rápidos, proporcionan corriente continua a las baterías de los vehículos eléctricos, lo que permite una carga rápida en comparación con los cargadores de CA. Son esenciales para los viajes de larga distancia, las estaciones de carga públicas y las operaciones de flotas comerciales.
Los componentes principales incluyen el convertidor de CA a CC, la electrónica de potencia, el cable de carga, el conector, el sistema de control y los mecanismos de seguridad, como la protección contra sobrecorriente, la detección de fallas a tierra y los sensores térmicos. A diferencia de los cargadores de CA, los cargadores de CC evitan el cargador integrado del vehículo, entregando energía de CC directamente a la batería.
El principio de funcionamiento implica la conversión de la energía de la red de CA a CC de alto voltaje utilizando rectificadores e inversores. El controlador regula el voltaje y la corriente en función del tipo de batería, el estado de carga y la temperatura. Los protocolos de comunicación avanzados, como CCS, CHAdeMO o GB/T, garantizan la compatibilidad y la carga segura.
Los cargadores de CC pueden suministrar energía de 20 kW a más de 350 kW, lo que reduce significativamente el tiempo de carga. La seguridad y la eficiencia se garantizan mediante la monitorización activa, el equilibrio de voltaje y la gestión térmica, lo que evita daños en la batería o el sobrecalentamiento durante la carga rápida.
En conclusión, los cargadores de vehículos eléctricos de CC proporcionan una carga de alta potencia, rápida y fiable para los vehículos eléctricos. Su entrega directa de energía de CC, combinada con funciones avanzadas de seguridad y comunicación, los hace cruciales para la infraestructura moderna de vehículos eléctricos.